Cantarla, leerla, jugar con ella... Gabriela Mistral creía que la poesía era el mejor camino para acercar la literatura a los niños, a través de las nanas, las canciones de corro y todo lo que les resulta cercano: frutos, pueblos, animales del campo.
Todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
y Lucila con Soledad.
En el valle de Elqui, ceñido
de cien montañas o de más,
que como ofrendas o tributos
arden en rojo y azafrán...
Cajita mía
de Olinalá,
palo-rosa,
jacarandá.
Cuando la abro
de golpe da
su olor de reina
de Sabá...
Gabriela Mistral
Paloma Valdivia
Kalandraka
España
2009